Rocío del Cerro “Marca Mujer frente a mujer marcada”

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Marca Mujer frente a mujer marcada

Reivindico la visibilidad y la marca mujer frente a la mujer marcada. Visibilidad porque necesitamos un faro que alumbre. En la oscuridad no existes. Palabras, programas, libros, vídeos que recojan bien la marca mujer, una marca con mil matices, porque hay mil formas de ser y sentirse mujer.

Todos los que nos dedicamos a la comunicación sabemos de la importancia de la visibilidad. Es la primera condición para expresar, para llegar, para vender; la condición sin la cual, ni las causas, ni las ideas, ni las empresas pueden sobrevivir.

Buscamos ser visibles para que nos vean, para que nos oigan, para que nos elijan… y buscamos ser visibles con una buena marca corporativa, con una buena historia que hable de nosotros, que nos sitúe en el mapa, en los corazones y en las mentes.

Pues esto que es importante para las empresas, es la caña cuando hablamos de personas, y esencial si hablamos de mujeres; un colectivo invisible, con una marca asociativa dispersa, con marcas personales escasas y discretas. Un colectivo que permanece en segunda fila.

Todos sabemos que hay muchas mujeres a las que se les impide tener una marca personal, pero son marcadas de nacimiento. Las mujeres en los conflictos bélicos son a menudo cosificadas, violadas y utilizadas como arma de guerra. Se les anula el nombre, se les encierra el corazón, se les reprime… y no se cuenta su enorme valor.

No se habla de su marca personal como madres- mujeres- heroínas. Pocas veces se habla de las mujeres en guerras y campos de refugiados como las verdaderas responsables de seguir criando y creando un hogar donde solo hay odio y escombros, mujeres capaces de sobreponerse a su propia tragedia personal y que siguen preocupándose de los suyos, mujeres que imprimen su marca personal en cada cosa que hacen, aunque permanezcan en el anonimato.

Tenemos mujeres muy cerca que no son visibles porque no tienen historia, miles de amas de casa, mujeres del medio rural, asistentas, operarias en fábricas, agrupadas bajo el epígrafe de mujeres invisibles. Junto a ellas tenemos mujeres que comienzan a tener su marca, en el mundo de la moda y de la comunicación, en el mundo del deporte o la ciencia comienzan a tenerla.

Deberíamos comenzar a trabajar la marca personal de cada una de nosotras, saber que en la diferencia, en los sueños, en lo que sabemos hacer y en lo que dicen de nosotros cuando no estamos presentes, radica el éxito de la visibilidad. Es visible quien puede ser recordado, cuya historia puede ser contada, replicada…

Mírate a ti misma como una empresa que hay que sacar adelante, una empresa con tu nombre, con su departamento de marketing y relaciones públicas que eres tú, con la búsqueda de clientes que también llevas tú. Atrévete a darte visibilidad, atrévete a mostrar lo bueno que tienes. No te enredes en las redes, aprende a utilizarlas para hacer visibles tus proyectos, ideas… para buscar puntos de unión, para mostrar lo que hacen otras mujeres.

Tenemos algunos problemas, el miedo al mundo digital, lo que llamamos falta de tiempo,  destacar, la envidia… pero el gran problema es que tachen los temas de mujeres como rollazos sin interés para los medios. Hay que hacer frente al imaginario colectivo que está más acostumbrado a historias de hombres que de mujeres. Los temas de mujeres no venden, venden temas y productos para mujeres, pero no historias de mujeres con marca personal, con historia. Digámoslo con palabras gruesas, todavía se critica diciendo coñazo y se ensalza señalando algo como cojonudo.

Tendríamos que ayudarnos en poner foco sobre las mujeres, foco en las leyes, los libros de texto, en las películas, en las redes. Un foco para poner fin a tanto ser humano invisible, los medios de comunicación, las empresas, el lobby masculino deberían multiplicar su interés y su esfuerzo para sacar adelante una buena marca mujer, y nosotras deberíamos estar más comprometidas con ello.

Mira a tu alrededor, hay muchas mujeres que no ves, pero están. No son fantasmas, son números, son invisibles, pero prueba a vivir sin ellas. No es posible. No podríamos vivir sin la mitad de la población, de la que depende parir, instruir, cuidar, crear, reír.

Apuesto por FUNDACIÓN WOMAN’S WEEK para visibilizar la marca personal de mujeres brillantes, que llenen de luz a las que ahora sobreviven en la oscuridad.  Luz, no al final, sino en el túnel en el que permanecen atrapadas millones de mujeres. Libélulas en la oscuridad. Da a luz, esta vez para que otras puedan seguir su camino. Da la luz.  Enciende el faro.

 

Rocío del Cerro, doctora en Sociología 

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