Victoria Sendón de Léon: “Si no cuestionas el modelo, la igualdad sirve para muy poco”

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Victoria Sendón de León es filósofa, activista feminista y escritora. Uno de los máximos referentes del feminismo en nuestro país y autora de obras como ‘Matria: el horizonte de lo posible’o ‘Feminismo holístico: de la realidad a lo real’. Además, preside la Fundación Matria, que centra sus actividades en la promoción, el desarrollo y la formación en colaboración con grupos liderados por mujeres.

¿Qué es el denominado feminismo integral u holístico?

El feminismo es un punto de partida, pero no de llegada. La igualdad de derechos y de oportunidades entre hombres y mujeres me parece muy bien, pero la igualdad al mundo que representan los hombres me parece una estupidez, porque es un mundo lo suficientemente desastroso y bárbaro como para desear la igualdad nada más.

Yo creo que cuando uno pide la igualdad tiene que ir más allá y cuestionarse el modelo, porque la igualdad sin cuestionarnos en qué mundo queremos ser iguales no tiene sentido, y claro, al cuestionarte el modelo te cuestionas todo, porque hay que tocar la economía, la cultura, la política, la religión…todo. Eso es el feminismo integral.

El feminismo no se puede bastar diciendo “queremos ser iguales” vale, pero bajo qué modelo queremos ser iguales. Ahora el feminismo está en un punto en el que se tiene que dar cuenta de que tiene que dar ese salto. Si no cuestionas el modelo, la igualdad sirve para muy poco.

Estamos viviendo un resurgir del movimiento feminista, que por un lado es muy positivo, pero que también se está juzgando en ocasiones de moda pasajera abanderada por lemas de camisetas, o de tener un poso capitalista ¿qué opina del movimiento que estamos viviendo en la actualidad?

Todos los movimientos sociales potentes han intentado siempre integrarlos en el sistema. Al sistema para seguir funcionando no le interesa un movimiento tan contestatario, tan provocativo y tan desobediente como el feminismo, por lo tanto tienen que ir impregnándolo de otros elementos de este tipo de mundo capitalista o neoliberal en el cuál este feminismo, de algún modo, se pueda domesticar y adaptar.

Tu pregunta quiere decir que hay muchas mujeres jóvenes que se lo plantean, por eso tenemos que hacer autocrítica y pensar si estamos cayendo en esto. ¿Hay que tener cuidado? Yo creo que sí, porque el feminismo es un movimiento político y también ético porque supone un modo de conducta. El feminismo no puede quedarse en una moda o en una mera reivindicación tiene que ir más allá.

¿Qué postura cree que de tomar en todo esto el hombre feminista o el aliado feminista?

El hombre ahora mismo se tiene que dar cuenta de muchas cosas. El hombre cabal, el hombre honesto. El hombre, no el macho de la especie, tiene que darse cuenta de que fundamentalmente ha construido un mundo que, si lo miras desde el sentido común, es una barbarie.

Durante todos los siglos que conocemos de la historia no hemos vivido sin guerras, sin hambrunas, sin desigualdades. No hemos vivido sin sometimiento de las mujeres y de los niños, entonces piensas: ¿Qué tipo de mundo ha creado el patriarcado? sostenido fundamentalmente por hombres, aunque las mujeres también hemos cooperado.

El hombre de verdad, que quiera ser hombre y no macho de la especie, primero se tiene que dar cuenta de todos los horrores que ha causado el patriarcado y luego tiene que colaborar con un modelo que a él también le conviene porque es un modelo que se llama feminista, pero en realidad es un modelo de justicia, de equidad. Entonces tiene que colaborar, desde otra posición, pero tiene que colaborar en construir un mundo nuevo que el feminismo está intentando construir.

Hay algunas voces que critican el feminismo radical o que dicen no identificarse con él, pero yo entiendo que el feminismo debe ser radical ya que la igualdad entre hombres y mujeres tiene que ser hasta las últimas consecuencias, ¿cree que hay un mal entendimiento del término?

El feminismo radical significa “ir a las raíces”. Si tú cambias solo las apariencias te quedas en una cosmética, pero ir a las raíces del por qué sucede esto es ser radical. Tiene que ser radical porque el patriarcado también es radical, no nos podemos quedar con medias tintas y radical no es un término peyorativo, si no todo lo contrario. “Radical” es lo mismo que decir “en profundidad”, hay que quitar el San Benito al radicalismo y entender lo que significa, que es “ir hasta las raíces del sistema” porque el sistema ya no admite muchos paños calientes.

El patriarcado ha llegado a unos extremos tales como la trata de seres humanos, la prostitución salvaje… hay muchas cosas en las que ya se ha llegado a un límite, por eso hay que ser radical, porque si no estás perdiendo el tiempo.

Victoria Sendón de León en las oficinas de FWW.

Dentro del movimiento feminista hay dos posturas frente a la prostitución: la abolicionista y la regulacionista, ¿Cuál es su opinión sobre este tema?

Vaya por delante que yo soy abolicionista, pero simplemente por sentido común. Igual que no aprobaría en absoluto la esclavitud no puedo aprobar la trata, ni la prostitución. Me parece una relación totalmente peyorativa entre los seres humanos. Es una relación monstruosa, yo te compro el sexo y tú me lo vendes. Yo creo que tarde o temprano nos daremos cuenta de que esto es una barbarie y que no se puede decir que vamos a regular la prostitución, ¿usted regularía el esclavismo? Es que no se trata de regular, se trata de abolir.

 Y los que dicen sobre que hay mujeres que se quieren prostituir… mira si hay alguna señora que quiera prostituirse, que casi todas provienen de la necesidad, si una señora puede elegir entre ser abogada o ser prostituta dudo mucho que quisiera ser prostituta. Pero si hay alguna que tiene mucho interés o quiere ganar mucho dinero, que se haga autónoma, pague sus impuestos, tenga su seguridad social y que se prostituya, pero eso no es regular la prostitución.

A mí desde luego me parece monstruoso y me extraña tantísimo que haya feministas regulacionistas que sin duda creo que el lobby de proxenetas ha hecho mucha labor dentro del feminismo para convencer a una parte de que eso es liberador, de que eso es correcto.

En Alemania lo han regulado y están horrorizados de dónde han llegado. Además, hay una cosa que no se piensa, pensamos siempre en las mujeres, pero hay que pensar también en los hombres. Los hombres se están idiotizando, se están convirtiendo en unos zombies del sexo por culpa tanto de la pornografía, como de la prostitución.

¿Es crucial para alcanzar la igualdad que se rompan los estereotipos perpetuados en los medios de comunicación, el cine, la cultura etc.?

Yo creo que lo que es crucial es cambiar de paradigma y cambiar ese chip mental por el que cosas que ahora nos parecen normales, dentro de poco nos parezcan aberrantes.

Hay una violencia simbólica, que no es visible, que no es constatable, pero mucho más profunda, es la violencia que se ejerce por el propio inconsciente y en la que hay una relación desigual entre los hombres y las mujeres. Pierre Bordieu diría que “La violencia simbólica es la normalización de lo arbitrario”.

Durante siglos los hombres estudiaban y se formaban y las mujeres debían quedarse en la casa, eso es totalmente arbitrario, pero se había naturalizado de tal modo que parecía lo natural. La naturalización de lo arbitrario constituye esta violencia simbólica que es lo que ahora se está llamando en algunos casos “micromachismos”.

¿Cómo nació la Fundación Matria y cuáles son sus objetivos?

Cuando me jubilé como soy muy activa ¡y activista sobre todo!, decidí crear esta fundación porque en aquel momento había vendido mi casa de Madrid y tenía dinero para poder gastarlo en una fundación, entonces parte de ese dinero lo puse para crear la Fundación Matria, que se dedica a la promoción, el desarrollo y la formación de las mujeres, estos tres puntos que me parecen clave en todos los campos.

Al principio nos dedicamos más a realizar cursos en la Universidad de Sevilla e investigaciones sociológicas etc., pero ahora estamos más interesadas en el mundo rural ¡Hay tantas cosas que hacer en el mundo rural! Estamos tratando ahora de coordinar de algún modo las agrupaciones, asociaciones, cooperativas que hay en el mundo rural de mujeres y este es nuestro horizonte más inmediato.

¿En qué crees que deberíamos poner el foco y trabajar desde la sociedad civil para alcanzar la igualdad?

Yo creo que sería fundamental, desde muy temprano, educar emocionalmente a los niños y las niñas. No solamente la instrucción, hay que incidir en la Educación Emocional porque nuestras actuaciones dependen de las emociones. Si tenemos emociones negativas como el odio, la venganza, la ira… y nos dejamos llevar por ellas porque no las tenemos educadas el mundo va a ser un desastre. Pero si educamos en cooperación, en amor, en buenos pensamientos, en resolución de conflictos, en empatía y en saber conocer y manejar nuestro cuerpo el mundo será un lugar mucho mejor.

¿Qué cosas te gustaría que pasaran tras las elecciones generales?

Las cosas que me gustarían puede ser una lista infinita. Precisamente sobre esto escribí un artículo para eldiario.es que se titula #LasFeministasVotamos en el que digo que no solamente deberían tener programas los partidos políticos, si no también los electores y las electoras.

Ahora precisamente se ha hecho una plataforma del movimiento feminista con un decálogo, que son diez puntos, pero que abarcan todo. Yo más que puntos por separado, lo que me gustaría es cambiar el sentido mismo, la dirección de los programas. Poder decirles a lxs políticxs: Usted prométame o consiga todo aquello que atraviese la vida, que la vida esté en el centro y la vida sea lo primero de todo. La vida con todo lo que implica la vida: un estado de bienestar, una muerte digna… hemos venido a este mundo a ser felices porque lo podemos ser. La finalidad de una empresa no puede ser el beneficio por el beneficio, ni la finalidad de un país puede ser solamente el desarrollo económico como un Dios Moloc ante el cual todo se sacrifica.

¿Crees que seremos capaz de lograrlo?

Yo siempre soy optimista, aunque como decía Simone de Beauvoir “en cualquier momento puede haber un retroceso”. Ahora lo estamos viendo que a la vez que crece el feminismo, crecen los movimientos reaccionarios. Los partidos de extrema derecha también surgen por ese miedo al cambio que supone el feminismo. Hay gente muy arraigada en la permanencia, que no quiere cambiar y que se apunta a un bombardeo y eso es muy peligroso para las fuerzas progresistas. Pero creo que esta vez, como el feminismo es tan de sentido común, tan evidente y con tanta fuerza va a ser muy difícil que nos hagan retroceder. Es algo que se cae por su propio peso.

Solo tienes que ser un poco racional para darte cuenta de que la sociedad patriarcal es una barbarie y que el feminismo no es ningún invento de Simone de Beauvoir, es una necesidad histórica.

 

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