Las mujeres iraníes inician la revolución

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El viernes 15 de septiembre, Mahsa Amini, de tan solo 22 años, murió en el hospital después de ser detenida y golpeada en una camioneta de la policía de la Moral en Teherán, la capital de Irán. Esto ha sido la gota que ha colmado el vaso para una sociedad cansada de un sistema que lleva cuarenta años reprimiendo y coartando la libertad de las mujeres.

Mahsa Amini fue arrestada el 13 de septiembre por no estar usando correctamente su hiyab, incumpliendo el código de vestimenta que existe para las mujeres en Irán. Tras su detención y traslado a una comisaría para asistir a “una hora de reeducación”, fue ingresada en el Hospital Kasra de la capital donde permaneció tres días ingresada hasta que, finalmente, falleció.

Las autoridades iraníes afirmaron que el fallecimiento se produjo a causa de un ataque cardíaco, pero su familia negó que la joven tuviera una afección cardíaca preexistente. La oficina de Derechos Humanos de la ONU y Amnistía Internacional ha pedido que se inicie una investigación penal. Se cree que la joven fue brutalmente golpeada y torturada.

Las mujeres toman la calle

La muerte de Mahsa Amini ha supuesto un revulsivo para las mujeres iraníes. Comenzaron un movimiento en redes sociales en la que se grababan vídeos sin el hijab y cortándose mechones de pelo. También, miles de mujeres iniciaron una revuelta en las calles quemando sus hijab, mostrando sus rostros y protestando contra el régimen ayatolá con lemas como ‘Mujeres, vida, libertad’, que es un llamamiento a la igualdad y de posicionamiento contra el fundamentalismo religioso.

Aunque han existido otras protestas de mujeres en Irán, esta vez hay algunos rasgos significativos que convierten este estallido en un hito en la lucha por los derechos de las mujeres y es que, esta vez, se trata de una revuelta liderada por las mujeres que han conseguido sumar a los hombres a las protestas. Esto es un dato muy importante, ya que no había pasado con anterioridad.

Es cierto, que existía ya en el país una gran sensación de indignación y hastío que ha desencadenado en que este suceso haya sido el detonante para el estallido de la población iraní.

Amnistía Internacional ha denunciado también la represión que ejerce la Policía para controlar la situación. “No es nuevo el tema de las detenciones por no llevar el velo ni la brutalidad de la represión. Este movimiento de mujeres y de algunos hombres que las respaldan viene dándose desde 2015, con picos de actos simbólicos, como subirse a lugares altos de la ciudad y ondear el velo de forma simbólica. Pero en todos los casos la represión ha sido brutal”, comenta Yolanda Vega, portavoz sobre Irán de la ONG.

Ya hay 41 personas muertas en esta revuelta, según los datos oficiales, pero lxs activistas y organizaciones de derechos humanos afirman que, en realidad, son muchos más. Entre ellas, la joven Hadis Najafi, de tan solo 20 años, que el pasado 25 de septiembre recibió seis disparos poco después de compartir en sus redes sociales cómo se preparaba para acudir a una concentración en solidaridad con Mahsa Amini, según informó la periodista iraní Masih Alinejad.

¿Qué es la policía de la moral?

Se trata de una fuerza con una presencia importante en la vida diaria de Irán y está encargada de implementar las estrictas interpretaciones de la moralidad islámica.

Su principal función es detener a las personas, primordialmente mujeres, que violan el código de vestimenta conservador para, según el régimen “promover la virtud y prevenir el vicio”. Su atención se centra principalmente en garantizar la observancia del hiyab, el velo que cubre el cabello, y desaconsejar el uso de cosméticos.

Las patrullas generalmente consisten en una camioneta con agentes masculinos acompañados por mujeres vestidas con chador que se paran en lugares públicos concurridos, como centros comerciales, plazas y estaciones de metro.

Los agentes tienen el poder de detener a las mujeres que no llevan hiyab o lo usan incorrectamente, evaluando si muestran demasiado cabello, si su ropa es demasiado corta o sus pantalones son muy ajustados.

Cambios profundos en la sociedad iraní

Estas protestas que estamos viviendo suponen el mayor desafío que ha vivido el régimen iraní en mucho tiempo.

Al menos 25 millones de iraníes viven por debajo del umbral de la pobreza, según datos del 2021, cifra que este año se ha incrementado. Si bien, estas no son las primeras protestas en la historia de la República Islámica de Irán, muchos expertos apuntan a que estas suponen un punto de inflexión ya que, además de estar lideradas por mujeres, son protestas mucho más inclusivas que las anteriores.

Esta revuelta incluye tanto áreas de clase media como de clase trabajadora. Se trata de un movimiento que estaba siendo liderado por mujeres, pero que ha logrado aglutinar a otros sectores y corrientes. En palabras de Darvishpour, un reconocido sociólogo iraní: “Estamos presenciando el nacimiento de un mega movimiento”.

Además, según el analista político Bashandeh, la generación que está liderando las protestas no se identifica con los valores que promueve el régimen. “En menores de 30 años, es muy evidente la tendencia a la indiferencia o el rechazo de lo que representa la doctrina religiosa. Veremos si esa generación logra cimentar el liderazgo colectivo que ya ha empezado a formarse y si toma forma una verdadera alternativa al régimen actual”, ha subrayado.

 

 

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