En pareja, pero independiente

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Cuando se convive con otra persona, se debe aprender aceptar sus cualidades y defectos y lo más importante a vivir con ellos.

No es bueno intentar cambiar el carácter de nuestra pareja, este empeño  provoca muchas  frustraciones,  ya que  casi  nunca  se consigue. Hay que  ser  tolerantes  con  sus defectos y aprender a disfrutar de sus cualidades, nadie somos ni iguales ni perfectos, afortunadamente todos somos distintos lo cual es un aliciente en las relaciones humanas.

Es  importante ser objetivos en la valoración, no debemos maximizar los defectos y minorizar las cualidades.

pareja

Debemos tener respeto por el carácter de nuestra pareja e intentar comprender porque es así… no anulemos lo que no nos satisfaga ya que esto va a provocar situaciones de conflictos con mala resolución. A las personas hay que aceptarlas como son y esto se consigue con voluntad, no hay que olvidar que el amor se construye día a día, al cuidamos mutuamente,  al disfrutar de nuestras alegrías  y participar de nuestras penas e incluso al compartir  responsabilidades. Si existe voluntad por las partes y es bien dirigida la relación de pareja será un éxito.

Pienso que las personas se unen en convivencia porque tienen afinidades en común y sobre todo porque disfrutan de su compañía. Sería una pena, pensar continuamente en los defectos de nuestra pareja ya que esto nos impediría disfrutar de nuestra vida en común. Aprender a vivir con el carácter de nuestro cónyuge, es un reto para fortalecer nuestra voluntad.

Las mujeres de hoy, necesitamos un proyecto de vida propio que no esté en función de nuestra pareja, es decir no existir como “mujer de”, sino tener unas inquietudes, unos  deseos propios, guardar un tiempo para nosotras mismas a lo largo del día y dirigir nuestra vida de manera que estemos satisfechas y tengamos ilusión.

Es importante gustarte a ti misma y disfrutar con lo que haces, conocerte a ti misma y tener confianza en tus logros, ya que este concepto de ti misma te va a fortalecer tu autoestima y tu relación de pareja.

En la actualidad sobre las mujeres recaen múltiples demandas por parte de nuestras parejas: tenemos que triunfar en la vida laboral pero sin dejar de estar atractivas, ser buenas esposas, perfectas madres y competentes amas de casa. Muchas veces nos causa verdadero estrés no alcanzar dichas demandas por eso es importante convivir con una persona que nos valore, que nos estimule en nuestros objetivos, que nos comprenda y sirva de apoyo en nuestros momentos difíciles y sobre todo que nos haga sentir queridas.

A lo largo de la vida nos enfrentamos con distintos tipos de pérdida, una de ellas es la separación de la pareja, bien sea por muerte o por divorcio: la pérdida de la pareja nos hace entrar en una crisis personal, sentimos un vacío en nuestras vidas, incluso el mundo puede dejar de tener sentido para nosotras.

En estos momentos de incertidumbre pasamos por distintas fases: al principio nos cuesta asumir lo que nos ha ocurrido siempre pensamos que estos sucesos de la vida les ocurren a los demás y que nosotros estamos inmunes, después vienen nuestros sentimientos de dolor por la pérdida, miedo por el futuro, culpa por nuestras conductas… y más tarde, se recuerda la vida en común, nuestros primeros encuentros, el inicio de nuestra vida familiar y laboral juntos, las buenas y malas experiencias compartidas, nuestras aficiones y planes de vida… y es entonces, a partir de estos recuerdos, cuando tomamos conciencia de lo que nos  aportó esa persona, del lugar que ocupaba en nuestra vida y sobre todo, lo más importante, como podemos retornada sin ella.

Si realizamos este análisis, podremos comenzar una nueva vida, aceptar nuestros sentimientos, expresarlos y compartidos nos ayuda a superar el dolor y nos hace descubrir aspectos de nosotros mismos que nos enorgullecen.

Ante la pérdida de pareja por defunción, inmersos en nuestra tristeza, debemos pensar en los momentos felices compartidos con ella, en la suerte que hemos tenido de conocerla, de disfrutarla, de acompañarla quizás en los últimos días de vida, en fin de lo que muchas personas hubieran deseado tener y no han tenido.

Ante una perdida por divorcio, lo principal que debemos intentar es no caer en el desánimo, todo en esta vida tiene solución, sólo hay que  saber  tener  paciencia  para encontrar una respuesta al porqué nos ocurren las cosas.

Es lógico sentir dolor, sobre todo cuando se ha puesto muchas expectativas en la relación o nuestra vida ha girado en tomo a ella, pero el tiempo lo cura todo y sobre todo no te sientas fracasado por no haber conseguido mantener tu relación de pareja, piensa simplemente que te has equivocado en tu elección y que si te das una oportunidad quizás puedas rehacer tu vida y ser feliz, con esa persona que te este esperando y que tu todavía no has reparado en ella.

Es importante luchar por la felicidad, vivir la vida como nos viene en cada momento y pensar que rectificar es de sabios, no estés al lado de una persona insensible, que no sepa manifestarte sus sentimientos, que no te valore en tu quehacer diario, que no piense que el mejor momento del día es cuando vuelve a su hogar, en fin, pienso que tú te mereces algo mejor.

Dra. Elsa Martí Barceló  pluma

médico de familia y fundadora de la Escuela de Liderazgo Emocional. 

 

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