El liderazgo femenino es felicaz

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Llevamos años defendiendo un nuevo management en las organizaciones españolas, donde la mujer adquiera un protagonismo necesario y relevante, donde sus virtudes aporten a los equipos una manera nueva de liderar, facilite la penetración en la era digital, con organizaciones inteligentes y felices a través de un ariete para modelizar las mentalidades de propios y extraños: la felicacia.

Networking femenino en MWW.

Esta fórmula de gestionar es lo que en el queremos definir como un modo de liderazgo femenino –desempeñado por hombres y mujeres– que orienta actualmente su punto de mira hacia la creación de Organizaciones Felices, o mejor dicho, organizaciones felicaces. Porque como apostilla el profesor malagueño Juan Carlos Maestro: “En una empresa no se entiende la felicidad, si no viene acompañada de eficacia para la organización”. Carmen Mª  García, presidenta de FUNDACIÓN WOMAN’S WEEK, suele explicarlo con un ejemplo de Perogrullo: “Esto  que es  nuevo para el hombre, las mujeres llevamos haciéndolo durante siglos en esa pyme llamada familia; donde somos la psicóloga, la administradora, la motivadora y la gestora de crisis. ¡Somos mujeres!”. Por ello, los componentes innatos en la mujer puestos al servicio de organizaciones  complejas aplican soluciones más relacionales, creativas, sociales y emocionales.

Contar con directivos y trabajadores más felices no pasaba por la cabeza de nadie a finales del siglo XX. El  primer paso deberá ser el de contar con personal y directivos motivados, para lo cual es imprescindible que exista una especie de nuevo contrato social por el que el compromiso de las personas con la organización y de ésta con aquellas sea equilibrado, facilite ámbitos de trabajo libre de tensiones innecesarias y donde aflore el talento.

La felicidad surgirá sola por el simple hecho de que estas actitudes, fomentadas por los líderes, incul quen una buena dosis de humanismo que tanta falta hace en los tiempos que corren. De ahí que al sentirse identificada la persona con los objetivos empresariales y que está aportando su cuota de valor a la empresa, no sólo eleva el nivel de satisfacción de la persona que es reconocida por su trabajo, sino que automáticamente marca ese nivel de eficacia necesaria para llevar al éxito a la organización.

La mujer no sólo ha sido parte de este cambio. Sino que se ha con- vertido en el auténtico acicate del mismo. El nuevo liderazgo de la mujer ha sembrado un camino hacia organizaciones más humanas. La pregunta sería también, si la lucha por la igualdad de la mujer en los ámbitos laborales ha conllevado como un colateral el impulsor de la búsqueda de la felicidad.

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Sin duda, la mujer es la más importante impulsora de un estilo de liderazgo basado en el colaboracionismo profesional y la comunicación directa, abierta y transparente. Su empatía y capacidad de ponerse en el lugar de la otra persona, sumada a su gran sensibilidad, han marcado especialmente en la última década, el liderazgo de las grandes organizaciones multinacionales, que siem- pre son y seguirán siendo, el “tubo de ensayo” de todos los cambios en materia de liderazgo.Es por ello que las nuevas mujeres líderes  que están consustanciadas en los nuevos enfoques de felicidad y eficacia, con su liderazgo efectivo facilitan que los empleados desarrollen las mejores cualidades, aparezca el talento, se fomente la creatividad y se palpe el crecimiento personal que ello significa para una persona. O sea, la mujer líder garantiza más que el hombre líder, que exista una vida más allá de la empresa, compatibilizando horarios flexibles cada vez que se pueda, para un mejor equilibrio entre vida laboral y familiar.

Pero las mujeres seguramente seguirán demostrando, como de hecho ya lo vienen haciendo hace varios años, que cada persona que esté formando parte de un equipo en el que prevalezca esta filosofía de trabajo más humana y liberal, estará logrando empleados más eficaces y felices, por ende, organizaciones con mejores resultados. Este sentimiento de formar parte de un equipo, también genera una sinergia de satisfacción que se traduce en más felicidad en los ambientes de trabajo.

Mujeres líderes muy destacadas de la empresa norteamericana se dieron cita para analizar la igualdad de oportunidades. Y concluyeron que el camino más directo para vincular el impacto de la mujer en las organizaciones es analizar la felicidad de las personas en los ambientes laborales. La felicidad y la mujer son rectas paralelas en la vida de las organizaciones. Este  evento fue organizado por la UJA,  la  Federación de  entidades judías filantrópicas de Nueva York. Contó con cinco mujeres oradores cómo la discriminación de género persiste en el mundo de la tecnología, pero tampoco puede decirse que es excluyente y que no sucede en otros sectores.

Algunos consejos de las influyentes americanas para combatir actitudes sexistas y ayudar a hacer organizaciones felices fueron:

1. Hablar y denunciar: Uno de los principales obstáculos para lograr la igualdad de género en el mundo de las mujeres directivas es la tendencia de éstas a permanecer en silencio, por aquello de que “las mujeres líderes necesitan más estímulo y muchas veces los hombres necesitan lo contrario”.

2. Cambiar la forma de interactuar con los niños: Los estereotipos son alimentados desde la infancia, por lo que es importante para los hombres y las mujeres cambiar la forma en que hablan con los jóvenes, para hacer que los niños y niñas sean conscientes de la discriminación, caso por ejemplo de llamar a una chica mandona, pero en cambio a un chico decirle que tiene grandes cualidades de liderazgo.

3. Mostrar el mismo apoyo a los hombres y mujeres: La igualdad no es sólo acerca de reinventar el papel de la mujer. Se tienen que rediseñar también los roles de los hombres. En Facebook, por ejemplo, los hombres y las mujeres se les ofrece igualdad de licencia pagada por maternidad / paternidad, pero la gran mayoría  de los hombres no toman los  cuatro meses porque sienten que no deberían hacerlo.

Sólo teniendo en cuenta estos tres consejos, un paso importante se estará dando en el liderazgo de la mujer y en la lucha de todas las mujeres directivas por la igualdad de trato, incluyendo el salario. Pero además, la certeza de que en los ambientes en los que el liderazgo es ejercido por una mujer, habrá un camino abierto para el libre intercambio de opiniones, la escucha activa, la preocupación por el desarrollo de la carrera profesional de los miembros de los diferentes equipos,  la capacitación y  formación, así como la retención del talento sin antes apoyar a la creación del mismo ayudando a la creatividad de las personas.

Todos estos elementos forman parte de una gran receta de FELICIDAD Y EFICACIA, que tanta falta hace para las organizaciones que tienen por horizonte 2020, ahora no más, a la vuelta de la esquina.

pluma  Artículo realizado por Carmen Mª García (FUNDACIÓN WOMAN’S WEEK), Juan Carlos Maestro (Universidad de Málaga), José Luis Zunni (Ecofin.es) y Salvador Molina (Foro Ecofin)     

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