Hablemos sobre felicidad

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Javier Fernández Aguado es uno de los mayores gurús del management en español. Además es autor de más de una treintena de libros entre los que se encuentra: ‘La sociedad que no amaba a las mujeres’, en la que hace un repaso de las mayores protagonistas del liderazgo femenino en la historia. Esta semana, el escritor trae al Cuaderno de la Mujer un artículo sobre su última aventura literaria: ‘Hablemos sobre felicidad’.

Javier Fernández Aguado
Javier Fernández Aguado
Una extensa charla de sobremesa con Sandra Ibarra y Juan Ramón Lucas dio paso, hace algunos meses, a una sucesión de reuniones dirigidas por la experta batuta de uno de nuestros periodistas de radio más conocidos.Durante numerosas horas, Sandra y yo hemos conversado sobre la Felicidad contemplada desde múltiples ángulos. Ella ha aportado su experiencia vital, nada sencilla, a través de la experiencia del cáncer. Por mi parte, he procurado aportar reflexiones tanto vitales como conceptuales, fruto tanto de mi experiencia como de mis estudios de diversas civilizaciones plasmados en diversos libros: Ancla Egipto, escuela de directivosRoma, escuela de directivosManagement: la enseñanza de los clásicos; El management del III Reich, etc.El fruto ha sido una obra en la que se desgrana cómo poner los medios para lograr subir a la cima en ese gran desafío al que todos nos enfrentamos: ser felices. Es ése, precisamente, el único punto en el que todos estamos de acuerdo, pues salvo que alguien padezca alguna afección mental no hay nadie que se plantee la infelicidad como meta.

Recordé a lo largo de esas intensas horas de grabación, y con diversas metáforas, que las puertas de la felicidad han de abrirse hacia afuera, y que quien pretenda hacerlo hacia adentro únicamente las cerrará más fuertemente. Dicho de otro modo, el egoísmo sólo genera una sensación momentánea de placer que pronto se transforma en amargura.

La felicidad no es, y este punto es importante, una meta, sino el modo en el que caminamos. Consiste no tanto en aspirar a unas coordenadas espacio-temporales idílicas, y por tanto utópicas, sino en amar mucho lo que uno tiene.

La consecución de medios materiales es precisa en tanto en cuanto ofrezcan la posibilidad de atender a las necesidades básicas. A partir de ahí, la mera acumulación de bienes no tiene por qué suponer un incremento de felicidad. Más bien se corre el riesgo contrario, porque disponer de bienes es bueno (por eso se llaman bienes, si no se les calificaría como males), pero el exceso suele ser perverso, pues es fácil acabar siendo poseído por los bienes.

A lo largo de la obra, editada por LID, podrá el lector encontrar numerosas reflexiones sobre cómo el dolor, las contradicciones físicas o morales, la traición, el amor, la amistad, etc. contribuyen o no a esa felicidad a la que todos aspiramos.

Creo que con estas líneas cumplo el objetivo del artículo que me había sido solicitado: animar a todos, porque todos somos buscadores anhelantes de felicidad, a disfrutar con la lectura de esas páginas, llenas de ilusión por contribuir a la felicidad de muchos.

Te invitamos a asistir GRATIS a la Conferencia Estrella de Javier Fernández Aguado el próximo 9 de junio en el VIII Congreso Ecofin.S.R.C : a.lopez@ecofin.es

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